fotos cortesía Felipe Muñoz
El sábado 3 será una noche inolvidable tanto por lo que fue el estreno nacional oficial de La Wipala aka W, como por el demoldeor performance de Los Ganjas. La sala Rubén Darío estuvo absolutamente llena a pesar de que a la misma hora la Mano Ajena ofrecía un show gratis en la plaza Anibal Pinto con Theremin incluído. El espectáculo comenzó a la hora como debería ser siempre por respeto al público, con un sonido profesional que nunca va a ofrecer algún barucho porteño, además de energía, mucha energía por parte de las bandas invitadas. Como dije entonces, es todo un orgullo y placer poder dar una mano y estrenar a un proyecto que se ha visto nacer desde los textos y las versiones en guitarra acústica, como es La Wipala. En cada nacimiento existe un milagro, el momento mágico y especial de la primera vez en que se expira el aliento vital, para convertirse en una creatura con existencia propia y única. Más aún si este instante pudo ser un regalo desplegado desde una ciudad como Valparaíso y poder demostrar que acá también puede haber una iniciativa que se irradie al resto de Chile, como en los tiempos dorados que tanto se lamentan en la memoria colectiva de la ciudad. Benditos entonces los testigos de la historia, aquellos que con respeto y silencio escucharon cada corte de Wipala, para en su interior buscar esas conecciones que hacen tan potente al lenguaje de la música. Goli me habló eso de hacer esculturas sonoras con el desecho de los gringos, concepto que invade mis reflexiones por estos días. Existe una gama de influencias innegables, pero el gran arte es como presentar esa tradición dentro de nuevos contextos abriendo caminos. Finalmente es labor del auditor desentrañar esos códigos y sumergirse más allá de lo evidente de la superficie para encontrar la esencia final de cada obra canción. Un set list de 7 temas bastó para eso: "Georgy Boy", "Pus Buzz", "Ruta 68", "Chute", "Hormiga Albina", "División sur" y "Deja a mi gata" (cover de un cover beatlesco) rayan la cancha de un rock directo, sólido y compacto, con Goli llevando al límite su voz sobre los trazos furiosos y seguros de la guitarra Jaguar que sostiene un Iván Molina notable haciendo gala de toda su experiencia percutiva y un Guerra, que se acercó al bajo con una precisión justa y lejana a cualquier artificio innecesario. Misión cumplida!!!!
The Ganjas, el plato de fondo era que todos esperaban y pese a no contar con su sonidista, dejaron al público prendido con un set que partió con su "Sonic Redemption", y que abarcó principalmente el material de su reciente placa "Daybreak", embrujando al respetable con su pulso hipnótico y sus guitarras saturadas de electricidad. No hay duda que ellos son uno de los pilares del rock independiente nacional de prinera división, y hasta nos dieron la sorpresa de invitar a Luis Felipe Saavedra quien estaba entre los asistentes, para culminar con ese delirio cadencioso que es "Laydown". Al final que mejor que el agradecimiento de los músicos por participar en una producción seria y exitosa y el del mismo público que esperaba una oportunidad así hace tiempo.
Un Gran Saludo
René Cevasco
